Definición de Unidad de Elite o «EU»: unidades militares o policiales ágiles y versátiles específicamente entrenadas y formadas para llevar a cabo una serie de tareas específicas.

  • Tienen una formación más amplia y con frecuencia equipos más avanzados que las fuerzas convencionales.
  • Se adaptan para operar como fuerzas asimétricas y capaces de operar de forma independiente, o en apoyo directo de cualquiera de las fuerzas militares convencionales o de otros elementos gubernamentales.
  • Son activos de alto valor, comandados a nivel estratégico y que ofrecen importantes resultados no proporcionados con su reducido tamaño.

Si extrapolamos esta definición a la empresa, podemos percibir que en los entornos profesionales también contamos con unidades de élite y con potenciales miembros a unirse a ellas. Es el talento de alto potencial.

Como en cualquier empresa que se precie, es necesario disponer de los medios y herramientas necesarios para poder detectar ese talento, incorporarlos a los programas de formación avanzada, desarrollarlos e incorporarlos a las unidades que asumirán los proyectos más importantes de la compañía, los estratégicos.

Pocos los saben, pero crecí justo en frente de Cuartel Militar de Sancha Brava donde se alojaba el Regimiento Castilla 16 (ahora desmantelado y trasladado a la Base General Menacho en Bótoa). Amaneciendo, con frecuencia, como consecuencia del ruido de las maniobras que en los cerros aledaños se producían. Simplemente cogía los prismáticos y veía las unidades terrestres, tanques y soldados desplazándose para cubrir los objetivos asignados a ese entrenamiento. Imaginaos cómo «molaba» eso para un chaval de 10-12 años.

Siempre me han atraído enormemente estas unidades, la forma de vida, su compromiso, su hermanamiento, su dedicación y sacrificio. He accedido a multitud de publicaciones, conferencias impartidas por especialistas en geopolítica, novelas basadas en operaciones y equipos reales (Lee Child, Jack Mars, Tom Clancy…….) vídeos, conversaciones con miembros del ejército cercanos a mi entorno. Confesaré que durante una época de alocada juventud flirtee con la posibilidad de ser parte de ese mundo o, por lo menos intentarlo.

Como podéis apreciar, los derroteros han ido por otro lado ;)

Sin embargo, esta perspectiva me ha permitido hoy en día ir identificando potenciales «miembros de élite» en los equipos que tenemos en la empresa. Esa forma de mirar y valorar unas cualidades que todo profesional añora pero que pocos alcanzan por diferentes y variados motivos.

Provoca una satisfacción plena ver cómo hay trabajadores dentro de los equipos (ya formados) que destacan, lideran, empujan, tienen un objetivo personal y grupal claro…y más placer me da mirar a los becarios y detectar esa potencialidad, esas ganas, esa dedicación…claramente quieren ser miembros destacados de esas unidades y harán lo que haga falta para acceder a ellas. Tenemos que estar muy cerca de este tipo de talento y no dejarlo escapar, acompañarlos, formarlo, motivarlo, darle más responsabilidades, involucrarlos en la estrategia, permitirles crecer a su ritmo, sin miedo.

Otros, en cambio, realizarán con corrección el trabajo asignado y se moverán a ritmo de crucero a lo largo de su carrera. Unos y otros tienen su sitio en la empresa y son necesarios. L importancia de imaginarnos y visualizarnos mentalmente en un puesto concreto, realizando una actividad concreta, consiguiendo unos objetivos concretos (Michael Phelps utiliza esta técnica, por ejemplo) es vital para que nuestro cerebro genere las conexiones correctas. La visualización es, de hecho, la clave del éxito de algunos grandes deportistas. Charles Duhigg cuenta en su libro El Poder del Hábito que el entrenador de Phelps, le enseñó esta técnica inicialmente para ayudarle a estar más tranquilo antes de las carreras.

Lo que define la verdadera naturales del éxito es la actitud con la que afrontamos los objetivos que nos marcamos, el trabajo para intentar auto-motivarnos cada día a pesar de las circunstancias, la capacidad de visualizar la trayectoria que queremos tener desde un punto de vista externo a ti mismo, como si estuvieses mirándote desde fuera.

Gracias a avanzadas técnicas de neuroimagen se ha podido demostrar el enorme poder de la visualización. Parece ser que recrear en la mente una acción y ejecutarla no son cosas tan distintas como parecen. Los escánares cerebrales muestran que cuando visualizamos una acción se activan exactamente las mismas regiones cerebrales que se activarían si ejecutáramos esa misma acción. Es más: varios conocidos estudios han podido demostrar que podemos fortalecer un músculo simplemente recreando mentalmente que lo movemos.

Por lo tanto, identificar este talento de alto potencial y guiarlos a través de técnicas como las comentadas, incrementarán las tasas de éxito profesional dentro de un equipo, lo que revertirán directamente en el beneficio global de la empresa.

Os invito a todos a que profundicéis en el conocimiento de la «visualización» y que comencéis a proyectar vuestros deseos para que el cerebro se ponga a trabajar, desde ya, en conseguir todo aquellos que os propongáis.