La integración de candidatos a nuestra compañías deben ser planificados desde el primer instante de la incorporación.

Ya no basta con recibir a un candidato, mostrarle su escritorio( en caso de que lo tenga), regalarle la fruta, la taza de bienvenida, el bolígrafo y plantarle el «tocho» manual de acogida.

Los candidatos, hoy en día, necesitan mucho más y la supervivencia de ese candidato en nuestra organización dependerá de las primeras vivencias de experiencias que tenga.

Esta es una labor de RR.HH en cuanto al diseño, y de los jefes directos y compañeros de área con los que vaya a tener relación.

Planifica los primeros 3 meses.

  1. Haz una lista de compañeros e interesados con los que el nuevo colaborador debería hablar.
  2. Concreta a qué reuniones puede ir y qué recursos tendrá a su disposición para aprender sobre la empresa y los clientes.
  3. Explícale los objetivos de la organización y del equipo y cómo contribuir a él.
  4. Asígnale un compañero-mentor que le ayude a formarse en el producto/servicio, que le ayude con las políticas y procedimientos y que sea su referente para resolver cualquier duda que tenga durante este periodo.

 

Si el nuevo empleado es «jefe», puede recibir feedback anónimo del equipo respondiendo preguntas como: ¿Qué debe saber sobre su equipo? o ¿Qué consejos tienes para esta persona?.

 

Utiliza un proceso formal para preparar a tus nuevos empleados para el éxito.